Una industria con historia, pero en tensión
La industria textil argentina ha sido históricamente un motor de empleo, creatividad y desarrollo local. Sin embargo, en los últimos años enfrenta una presión creciente:
- Importaciones masivas de productos asiáticos, especialmente de China, que llegan a precios muy bajos.
- Costos internos elevados: desde insumos hasta logística y cargas fiscales.
- Falta de políticas sostenidas que protejan y promuevan la producción nacional.
- Cambios en el consumo: el público busca precio, pero también empieza a valorar diseño, durabilidad y propósito.
馃 ¿Qué está en juego?
No se trata solo de competir en precios. Se trata de defender una forma de producir que respeta el trabajo, impulsa la creatividad y genera valor local. Cada prenda hecha en Argentina tiene detrás:
- Mano de obra calificada.
- Diseños pensados para nuestro público.
- Materiales adaptados al clima y estilo de vida local.
- Un compromiso con la calidad y la trazabilidad.
馃殌 Rol de NDNSKY como emprendedor textil: competir con propósito
Como emprendedores, no solo podemos competir: podemos liderar una nueva narrativa. ¿Cómo?
- Diseño con identidad: nuestras colecciones pueden hablar de lo que somos, lo que sentimos, lo que soñamos.
- Calidad que perdura: frente a lo descartable, ofrecemos durabilidad y atención al detalle.
- Producción consciente: elegimos proveedores locales, cuidamos los procesos, apostamos por lo sustentable.
- Relación directa con el cliente: conocemos a nuestra comunidad, escuchamos, adaptamos, creamos juntos.
馃挰 ¿Y si damos vuelta la historia?
La competencia con marcas chinas no tiene por qué ser una amenaza. Puede ser el impulso para diferenciarnos, para elevar la vara, para mostrar que lo hecho en Argentina tiene alma, tiene diseño, tiene valor.