La importación de ropa extranjera en Argentina alcanzó cifras récord en 2025, con precios un 20% más bajos que el año anterior, mientras las exportaciones caen y el empleo textil se ve afectado.
- Importaciones en auge:
- Argentina importó prendas por
- entre enero y agosto de 2025, el doble que en el mismo período de 2024. Se ingresaron
- , un aumento del
- , el más alto desde 2018.
- Agosto récord: Solo en agosto se importaron 3.293 toneladas (un salto del 283% respecto a agosto 2024) por un valor de USD 65 millones, un 215% más que el año anterior.
- Origen y precios: China lidera como proveedor con el 43% del valor total. El precio promedio por prenda fue de USD 18,4, un 18% menos que en 2024. Las prendas chinas costaron USD 12,8 por unidad, un 20% menos.
- Productos más importados: Abrigos, pantalones y sweaters representan casi la mitad del valor total. También crecieron las importaciones de t-shirts, camisas masculinas y prendas femeninas, con subas superiores al 200% en algunas categorías.
- Exportaciones en caída: Argentina exportó solo USD 12 millones en ropa entre enero y agosto, una baja del 17%. Se enviaron 372 toneladas, un 19% menos. El precio promedio fue de USD 32,4, apenas un 2,4% más que en 2024.
- Impacto en el empleo: La competencia internacional y la caída de las exportaciones afectan directamente al empleo en el sector textil, históricamente intensivo en mano de obra.
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En NDNSKY seguimos apostando por lo nuestro
Mientras las cifras de importación baten récords y las prendas extranjeras inundan el mercado argentino, en Natalia Dubinsky seguimos eligiendo otro camino:
hacemos nuestras remeras de forma local, con manos argentinas, con diseño propio, y con una convicción clara—la moda también puede ser soberanía.Cada prenda que sale de NDNSKY lleva el sello de un equipo que trabaja con pasión, creatividad y compromiso.
No solo competimos con las remeras chinas en precio, sino que superamos en calidad, identidad y propósito.Porque no se trata solo de vestir, sino de contar quiénes somos.
Y en ese relato, el trabajador argentino, el diseño original y la producción consciente tienen un lugar irrenunciable.

