En un mundo que insiste en encasillar, Iris Apfel rompió moldes. Nacida en Nueva York en 1921, esta diseñadora de interiores y empresaria se convirtió en un ícono de la moda sin haber desfilado jamás por una pasarela. Su estilo excéntrico, sus gafas redondas XXL y su amor por los accesorios descomunales la transformaron en una figura adorada por generaciones que buscan autenticidad.
Junto a su esposo Carl, fundó Old World Weavers, una firma especializada en textiles históricos. Su trabajo los llevó a colaborar con la Casa Blanca durante nueve presidencias, desde Truman hasta Clinton. Pero fue en su madurez —cuando muchas mujeres son invisibilizadas por la industria— que Iris brilló con más fuerza. A los 84 años, el Museo Metropolitano de Arte le dedicó una exposición que celebraba su guardarropa como obra de arte.
💬 “Más es más y menos es aburrido”, decía con una sonrisa.
Iris no vestía para agradar, sino para expresarse. Su estilo era una conversación entre culturas, épocas y texturas. Cada prenda contaba una historia, cada collar era una declaración.
En sus últimos años, colaboró con marcas como H&M, MAC y Le Bon Marché, demostrando que la edad no es un límite para la creatividad ni para el impacto. En redes sociales acumuló millones de seguidores, y su documental Iris (2014) la mostró como lo que siempre fue: una mujer que vivió con propósito, humor y una estética sin concesiones.
🌟 Iris Apfel falleció en 2024, a los 102 años, dejando un legado que va mucho más allá de la moda. Nos enseñó que el estilo no se compra: se cultiva, se defiende y se celebra.
Se viene una reme especial en su honor, representando las características mas fuertes de esta mujer icónica de la moda.
